Simplemente hay veces que de repente no entiendes nada de tu alrededor. No entiendes ni porque esa persona te habla, ni porque tu sonríes. Pero en algún momento preciso, todo cambia, y de repente lo entiendes todo. Entiendes que esa persona te habla porque te necesita y que tu sonríes, porque tienes mil motivos para hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario